Psicología y Psiconutrición

alimentación restrictiva y alimentación emocional

Alimentación restrictiva: Desencadenante de la Alimentación Emocional

La alimentación y las emociones están estrechamente entrelazadas, y este vínculo puede ser crucial para comprender cómo la alimentación restrictiva puede desempeñar un papel en la alimentación emocional. La restricción alimentaria, ya sea autoimpuesta o externa, puede llevar a un conjunto complejo de respuestas emocionales y conductuales que tienen un impacto significativo en la relación de una persona con la comida. En este artículo, exploraremos cómo la alimentación restrictiva puede actuar como un «deshinhibidor» de la alimentación emocional, analizando la interacción entre las restricciones alimentarias, las emociones y el estrés.

La Alimentación Restrictiva y su Vínculo con las Emociones

La alimentación restrictiva se refiere a la limitación consciente de la ingesta de alimentos con el objetivo de perder peso o mantenerlo. Aunque esta restricción puede parecer una estrategia efectiva, puede tener efectos emocionales y fisiológicos negativos. Cuando las personas se sienten limitadas en su ingesta de alimentos, pueden experimentar emociones negativas y estrés relacionados con la sensación de privación y la dificultad para cumplir con sus objetivos dietéticos. Estos sentimientos pueden desencadenar un ciclo de emociones negativas y comportamientos alimentarios descontrolados.

Alimentación Emocional: El Estrés y las Emociones Negativas

La alimentación emocional se refiere al concepto de comer para calmar nuestras emociones. El estrés es un factor clave. Las emociones negativas, como la ira, la apatía y la ansiedad, pueden aumentar la ingesta de alimentos, especialmente alimentos «reconfortantes» que son ricos en grasas y azúcares. Las respuestas al estrés pueden desencadenar cambios hormonales y neurobiológicos que aumentan el apetito y la preferencia por alimentos altamente palatables. Además, el estrés crónico puede generar una disminución en la respuesta de recompensa cerebral a la comida, lo que lleva a un aumento en la ingesta para lograr la misma satisfacción.

Efectos del Estrés en la Regulación Emocional

La regulación emocional juega un papel fundamental en cómo las personas manejan sus emociones y comportamientos alimentarios. Aquellas personas que tienen dificultades para regular emociones negativas pueden recurrir a la comida como una forma de afrontamiento, lo que puede contribuir a la alimentación emocional. La supresión de las emociones y la falta de habilidades para manejar el estrés pueden llevar a un aumento en el consumo de alimentos en respuesta a emociones negativas.

Abordaje Terapéutico Integrativo

La terapia integrativa que combina la perspectiva psicodinámica con el mindfulness puede ser altamente beneficiosa para abordar la alimentación restrictiva y la alimentación emocional. En un entorno terapéutico, se pueden explorar los motivos subyacentes de la restricción alimentaria, permitiendo que las emociones reprimidas salgan a la superficie. A través de la atención plena, las personas pueden aprender a relacionarse de manera más saludable con sus emociones y a responder conscientemente a sus necesidades emocionales sin recurrir a la comida como un mecanismo de afrontamiento.

 La terapia basada en la psicodinámica y el mindfulness ofrece herramientas para explorar las conexiones entre las emociones y la alimentación, así como para desarrollar una mayor conciencia y regulación de las emociones y los comportamientos alimentarios. Un enfoque terapéutico integrativo puede ayudar a las personas a comprender y abordar eficazmente los patrones restrictivos y emocionales en su relación con la comida.

Bibliografía

Palomino-Pérez, A. M. (2023). Rol de la emoción en la conducta alimentaria. Revista chilena de nutrición, 50(2), 177-183. [DOI: 10.4067/S0717-75182023000200177]

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