Contenido
El primer paso no siempre es fácil
Decidir pedir ayuda psicológica puede ser un gesto importante.
Pero muchas personas, incluso después de contactar con un/a terapeuta, llegan a la primera sesión con dudas, nervios o miedo a no saber qué decir.
Es normal.
La primera sesión de terapia no es un examen, ni un diagnóstico automático.
Es, sobre todo, un espacio para empezar a hablar.
¿Qué puedes esperar en esa primera sesión?
Aunque cada profesional tiene su forma de trabajar, en general, la primera sesión de terapia es una toma de contacto.
Un momento para que tú puedas hablar de lo que te trae, y para que el terapeuta pueda empezar a escucharte, sin juicios ni expectativas.
En esta primera sesión:
- Puedes explicar, con tus propias palabras, por qué has decidido acudir a terapia.
- No tienes que tenerlo claro ni decirlo “bien”.
- Puedes hablar de lo que te cuesta, o incluso decir que no sabes por dónde empezar.
- El terapeuta también te hará algunas preguntas para conocerte mejor: tu contexto, tu historia emocional, tu situación actual.
Es un espacio donde se abre una escucha. No hay exigencias. No hay etiquetas.
¿Se empieza a trabajar desde el primer día?
Sí, aunque no en el sentido en que muchas personas imaginan.
En la clínica, trabajar no siempre significa resolver algo rápidamente, sino empezar a poner en palabras lo que hasta ahora ha sido silencio, repetición o sufrimiento.
A veces, ese primer decir ya alivia.
Otras veces, genera más preguntas. Ambas cosas son parte del proceso.
Lo más importante es que empieces sin tener que demostrar nada.
¿Qué pasa si no sé qué decir?
No pasa nada.
El silencio también habla, y los nervios también cuentan algo.
Muchísimas personas entran a la consulta diciendo: “No sé por dónde empezar”. Y eso ya es una forma de empezar.
El terapeuta está ahí para acompañarte, no para exigirte una respuesta.
¿Y si no me siento cómoda en la primera sesión?
Estás en tu derecho.
La primera sesión también te sirve para ver si te sientes escuchada y comprendida, si te resuena la manera de trabajar del profesional.
Es una relación que se construye, no una fórmula automática.
En nuestro centro de psicología en Bilbao, trabajamos desde una escucha respetuosa, sin juicios ni imposiciones.
Sabemos que cada historia merece su tiempo y su ritmo.
Empezar a hablar ya es empezar a cambiar
Muchas veces el mayor obstáculo es dar ese primer paso.
Pero cuando alguien empieza a hablar, algo comienza a moverse.
No hay soluciones rápidas, pero sí espacios donde el malestar puede encontrar palabras, forma, sentido.
👉 Si estás pensando en empezar terapia, y te preguntas qué va a pasar en la primera sesión, podemos acompañarte.