El Hambre Emocional y las Resistencias Inconscientes al Cambio

El hambre emocional es una expresión de nuestras creencias. Vamos a ver cómo estas creencias que alberga el inconsciente y moldean nuestra relación con la comida pueden suponer una resistencia al influir en nuestros esfuerzos por alcanzar un bienestar físico y emocional.

Las resistencias son reacciones naturales del inconsciente que pueden surgir cuando intentamos cambiar nuestros hábitos alimenticios, especialmente si estos están arraigados en nuestras emociones y experiencias pasadas. Estas resistencias pueden manifestarse de varias maneras, como la dificultad para mantener cambios en la alimentación, sentimientos de frustración o frustración inconsciente de nuestros esfuerzos.

Las resistencias no son signos de debilidad o falta de voluntad, sino indicativos de que hay aspectos emocionales y psicológicos que necesitan ser abordados. En el proceso de cambio de hábitos alimenticios es importante reconocer y trabajar con estas resistencias, entendiendo que son parte del proceso de transformación. Al trabajar con las resistencias con frecuencia se observa que el cuerpo físico puede actuar como una «protección emocional». Esta idea de protección sugiere que las experiencias emocionales (como la necesidad de seguridad o autoprotección) pueden influir en características físicas como el peso o la postura. Las manifestaciones corporales de emociones, creencias y experiencias internas de una persona es a lo que nos referimos como «expresión física».

La terapia y el apoyo psiconutricional pueden ser fundamentales para explorar estas resistencias, proporcionando un espacio seguro para entender y cambiar la relación con la comida y con uno mismo.

Algunas manifestaciones de las resistencias

Protección Emocional Mediante la Expresión Física

La idea de que la expresión física de la persona actúa como una protección emocional es una forma de entender cómo las experiencias y emociones pueden manifestarse físicamente. Este mecanismo puede surgir de la necesidad de sentirse seguro y protegido, no siendo un signo de debilidad sino una respuesta emocional comprensible.

Refugio Emocional a través de la Expresión Corporal

Aquí se considera la expresión corporal como un refugio emocional. Esta forma de autoprotección puede originarse en experiencias pasadas de crítica o exposición, donde encontrar un espacio seguro era esencial. No es una elección, sino una respuesta adaptativa a situaciones difíciles.

Búsqueda de Visibilidad y Reconocimiento

En este caso, se busca visibilidad y reconocimiento a través de la expresión física. Puede ser una respuesta a experiencias de sentirse invisibles o no valorados. Aquí, el alimento se utiliza como un medio para llenar un vacío emocional, reflejando una búsqueda de aceptación y validación.

Autoprotección Emocional y Auto-Sabotaje

La autoprotección emocional y el auto-sabotaje pueden ser respuestas a experiencias pasadas de crítica o vergüenza. Aquí, la expresión física es una manifestación de creencias de no merecimiento o de necesidad de autocastigo, una respuesta emocional profunda a experiencias negativas.

Temor al Cambio y la Autotransformación

El miedo al cambio, incluso positivo, es una reacción natural. La resistencia a la autotransformación puede estar relacionada con el miedo a lo desconocido o a perder una parte de la identidad. El alimento aquí actúa como una ancla emocional, manteniendo a la persona en un espacio conocido.

Reconexión Emocional a través de la Alimentación

La alimentación puede estar vinculada a recuerdos y emociones positivas. Para algunas personas, comer es una forma de revivir esos momentos y mantener conexiones emocionales, especialmente en tiempos de soledad.

Expresión de Necesidades Emocionales

Aquí, la alimentación se convierte en una forma de expresar necesidades emocionales como la atención y el cuidado. Surge de experiencias de no sentirse vistos o valorados, siendo un medio para comunicar estas necesidades emocionales no satisfechas.

Alimentación como Recompensa Emocional

La idea de la alimentación como recompensa emocional es una asociación aprendida que puede haber proporcionado consuelo y placer. No es una cuestión de autocontrol, sino una respuesta emocional a experiencias y necesidades.

La Terapia Como Llave para la Transformación

La terapia es un espacio seguro y comprensivo para explorar estas creencias. La terapia psicodinámica es especialmente efectiva para trabajar con el inconsciente y transformar estas creencias, permitiendo un cambio duradero y saludable en la relación con la comida y el cuerpo.
Entender cómo nuestras creencias inconscientes afectan el hambre emocional es el primer paso hacia la transformación. Con un enfoque terapéutico respaldado por la ciencia, podemos avanzar hacia un bienestar duradero, liberándonos de patrones limitantes y abrazando una relación más saludable con nosotros mismos y con la comida.

Referencias

«Terapia psicodinámica en el abordaje de las creencias inconscientes en trastornos alimentarios», Psicoterapia y Salud Mental, 2019.
«Impacto de la terapia en la relación con la comida y el cuerpo», Revista de Psicología Clínica y de la Salud, 2018.