Alimentación y sistema inmune: cómo cuidar tu salud desde la psiconutrición

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7 de junio de 2025

por Esperanza Gómez

Como vimos en nuestro artículo anterior sobre el sistema inmune, la forma en que nos alimentamos tiene un impacto directo en cómo responde nuestro cuerpo ante virus, bacterias, toxinas e inflamación. Lo que comemos puede ayudar a mantener la capacidad de reacción y recuperación del sistema inmunológico, o por el contrario, contribuir a que la inflamación se perpetúe y derive en molestias, síntomas digestivos e incluso enfermedades.

Tu microbiota: una aliada silenciosa del sistema inmune

En psiconutrición hablamos mucho de la relación intestino-cerebro, y dentro de esa conexión, la microbiota intestinal juega un papel protagonista. El contacto estrecho entre nuestra microbiota y el sistema inmunológico determina en gran medida la calidad de nuestra respuesta inmune.

Por eso, una alimentación que favorezca la diversidad bacteriana es esencial para mantenernos sanos. En especial, una dieta rica en carbohidratos accesibles a la microbiota (MAC) puede ayudar a nutrirla y fortalecerla.

Alimentos que cuidan tu microbiota:

  • Frutas, verduras y tubérculos variados
  • Algas y setas
  • Caldo de huesos
  • Especias como cúrcuma, jengibre o comino
  • Alimentos fermentados (kéfir, chucrut, kombucha…)

⚠️ Importante: si tienes molestias digestivas como hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento, algunos de estos alimentos (especialmente los fermentados o ricos en FODMAP) pueden empeorar tus síntomas. En esos casos, es necesario trabajar primero en restablecer el equilibrio intestinal antes de introducir mayor variedad.

Si tu microbiota está feliz, tu sistema inmune también lo estará.

Omega 3: calma para tu sistema inmune

Los ácidos grasos esenciales omega 3 ayudan a resolver la inflamación una vez cumplida su función. La inflamación no es mala en sí misma: es parte del proceso de curación del cuerpo. El problema aparece cuando no se resuelve bien y se cronifica.

Fuentes naturales de omega 3:

  • Pescado azul (mejor salvaje y de pequeño tamaño: sardinas, caballa…)
  • Marisco
  • Semillas de lino o chía
  • Nueces

Vitamina A: clave en la regulación inmunológica

La vitamina A es fundamental para el equilibrio del sistema inmune. Puedes encontrarla en:

  • Casquería de calidad, como hígado de animales de pasto
  • Vegetales naranjas como zanahoria, boniato, calabaza, pimiento (ricos en betacarotenos que se transforman en vitamina A)

Vitamina D: el sol como nutriente

Aunque hay alimentos que contienen vitamina D, la mayor parte se sintetiza a través de la exposición solar responsable. Es fundamental para la salud ósea y para una respuesta inmunitaria eficaz.

Incorpora el sol a tu rutina durante todo el año, no solo en verano, y acompáñalo con fuentes como:

  • Pescado graso
  • Huevos
  • Lácteos fermentados

En resumen: cuida tu sistema inmune desde lo cotidiano

Una dieta antiinflamatoria, rica en antioxidantes, fibra, grasas saludables, vitaminas y minerales, junto con una buena salud intestinal, facilita que el sistema inmune cumpla su función sin desbordarse. En psiconutrición, trabajamos para que esto ocurra de manera sostenible, adaptada a tus emociones, tu historia y tu cuerpo.

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