¿Qué hace una Psicóloga? - FAQs
Preguntas habituales cuando se busca una psicóloga
Muchas personas se preguntan ‘¿qué hace una psicóloga?’ en el ámbito de la terapia psicológica. Una psicóloga trabaja para ayudar a los pacientes con sus problemas emocionales y de comportamiento. A través de sesiones de terapia, facilita que la persona adquiera herramientas y estrategias para que pueda resolver sus dificultades, comprenda sus emociones y logre un mejor bienestar mental. Además, trabaja en conjunto con otros profesionales de la salud para ofrecer un tratamiento integral y adaptado a las necesidades de cada paciente.
Los objetivos de la terapia varían según las necesidades y metas del paciente, pero en general, buscan mejorar el bienestar emocional y psicológico. Algunos de los objetivos comunes incluyen:
Aliviar el sufrimiento emocional: La psicoterapia ayuda a las personas a manejar y superar la angustia emocional, como la ansiedad, la depresión, el estrés, el duelo y otros problemas.
Mejorar la calidad de vida: Ayuda a las personas a desarrollar habilidades para afrontar situaciones difíciles, resolver conflictos y tomar decisiones más saludables.
Fomentar el autoconocimiento: La terapia promueve la autorreflexión y el entendimiento de los patrones de pensamiento y comportamiento.
Fortalecer las relaciones: Puede mejorar la comunicación y las habilidades interpersonales, lo que beneficia las relaciones personales.
Es interesante plantearse la posibilidad de buscar apoyo terapéutico en momentos en los que te encuentras en circunstancias como:
Situaciones emocionales que afectan tu calidad de vida.
Cambios vitales significativos.
Relaciones problemáticas.
Patrones de de conducta que generan sufrimiento.
Conocerte en más profundidad.
Sientes que algo no está bien en tu vida, aunque no lo puedas identificar.
Desarrollo Personal.
Manejo de estrés.
Búsqueda de equilibrio emocional.
Síntomas y problemas frecuentes que te pueden traer al centro:
- Angustia, ansiedad, estrés.
- Anorexia, bulimia, atracones, obesidad.
- Depresión.
- Problemas laborales.
- Obsesiones, TOC.
- Conductas autolesivas.
- Fobias, miedos.
- Problemas de pareja, celos, malos tratos.
- Dificultades sexuales.
- Fenómenos psicosomáticos.
- Adicciones.
- Timidez y problemas para relacionarse.
- Falta de motivación o deseo.
- Complejos físicos.
La relación terapeuta-paciente es un pilar para la terapia.
Para decidirte por un terapeuta puedes considerar varios aspectos. Mira si el terapeuta tiene experiencia en las áreas que son relevantes para ti. Piensa en qué tipo de enfoque terapéutico te parece más adecuado. Es esencial sentirte cómoda con el estilo del terapeuta, así como percibir que te escucha y trabaja contigo.
No dudes en pedir referencias o recomendaciones de personas de confianza.
La elección de un terapeuta se trata de encontrar a alguien en quien confíes para acompañarte en tu proceso.
En nuestro centro, seguimos un enfoque integrativo que surge de nuestra experiencia basada en modelos como el psicodinámico, la gestalt, el mindfulness y la escucha activa. Esta orientación terapéutica nos permite adaptarnos a tus necesidades individuales y trabajar desde tus necesidades actuales.
Si te interesa informarte en detalle cómo trabajamos en terapia individual haz clic aquí.
También puedes informarte acerca de nuestro enfoque en psiconutrición haciendo clic aquí.
Por el enfoque psicológico integrativo con el que trabajamos en el centro las sesiones son de duración variable, donde el tiempo no está restringido. Este enfoque prioriza la atencion y escucha a la persona para poder potenciar su proceso. Cuando llegamos a un momento importante la sesión concluye, en lugar de rellenar el tiempo. Esto facilita una comprensión más profunda de ideas y facilita la modificación de patrones conductuales, evitando diluir su importancia en una conversación continua y permitiendo un proceso terapéutico más impactante y enriquecedor.
Se recomienda asistir a consulta una vez a la semana, con el objetivo de facilitar una exploración profunda y continua de los pensamientos, emociones y patrones subyacentes. Sin embargo, esta recomendación puede variar según las necesidades y preferencias individuales del paciente. Cada persona tiene su propio ritmo y circunstancias.
La duración del proceso terapéutico puede variar considerablemente y no se adhiere a un marco de tiempo preestablecido.
Nuestro enfoque considera que el tiempo necesario para abordar y comprender los aspectos individuales es único para cada persona.
El proceso terapéutico tiende a ser flexible y adaptativo para poner el énfasis en el trabajo profundo y en permitir que los procesos simbólicos y emocionales se desarrollen a su propio ritmo.
Esto significa que la duración puede depender de la complejidad de los temas a tratar, la frecuencia de las sesiones y la disposición del paciente para explorar su propio mundo interno.
Por supuesto, hemos establecido la opción de sesiones en línea para adaptarnos a tus necesidades y circunstancias. Estas sesiones brindan la misma confidencialidad y calidad que las sesiones presenciales.
Pueden ser especialmente convenientes si tienes dificultades para desplazarte o si te encuentras en una ubicación geográfica distante. La terapia en línea es una forma flexible y eficaz de recibir el apoyo que necesitas.
La ansiedad es una respuesta fisiológica y emocional ante situaciones de estrés o peligro. Cuando esta respuesta es excesiva puede llegar a un trastorno de ansiedad. Algunos síntomas que se pueden dar ante la ansiedad:
- Preocupación excesiva: Sentimientos de inquietud, nerviosismo o temor constantes.
- Inquietud o agitación: Dificultad para relajarse, sensación de estar inquieto o «nervioso».
- Fatiga: Sentirse cansado o débil incluso sin haber realizado una actividad física extenuante.
- Problemas de concentración: Dificultad para enfocarse o mantener la atención en tareas específicas.
- Irritabilidad: Sentirse fácilmente molesto o irritable sin una razón aparente.
- Tensión muscular: Experimentar rigidez o tensión muscular, especialmente en el cuello, hombros y mandíbula.
- Problemas para dormir: Dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido o tener un sueño reparador.
- Síntomas físicos: Palpitaciones, sudoración excesiva, temblores, sensación de falta de aire, mareos o malestar estomacal.
- Evitación de situaciones: Evitar ciertas situaciones o lugares que se perciben como amenazantes o estresantes.
- Pensamientos catastróficos: Tendencia a anticipar lo peor y preocuparse excesivamente por el futuro.
- Hipervigilancia: Estar constantemente alerta ante posibles peligros o amenazas, incluso en situaciones que no son peligrosas.
- Ataques de ansiedad o pánico: Episodios intensos de ansiedad acompañados de síntomas físicos y emocionales graves.
Si te interesa conocer más sobre la ansiedad y sus manifestaciones puedes leer nuestros artículos relacionados en el blog PsicoNews.
Es importante destacar que todos experimentamos ansiedad en algún momento de nuestras vidas, pero cuando estos síntomas se vuelven abrumadores o interfieren significativamente en la vida diaria de una persona, puede ser necesario buscar ayuda profesional para abordar el trastorno de ansiedad. Si estás experimentando síntomas de ansiedad que te preocupan, te recomiendo que consultes a un profesional de la salud mental para obtener una evaluación adecuada y recibir el apoyo necesario.
La terapia es una herramienta efectiva para afrontar y manejar el estrés de manera saludable. Se trabajan los motivos subyacentes para proporcionarte estrategias y habilidades con las que afrontar los desafíos de manera más efectiva.
La terapia es un proceso gradual. El vínculo con el terapeuta es importante. Desde el centro de psicología te ofrecemos un espacio de confianza para obtener el mejor apoyo durante tu proceso de afrontamiento del estrés.
Si te interesa conocer más sobre el estrés y sus manifestaciones puedes leer nuestros artículos relacionados en el blog PsicoNews.
